El Atlético, un equipo de museo

No hay que dar tres pasos, ni dos siquiera. Con un paso que des en el Museo del Fútbol que alberga en sus entrañas el Estadio Centenario de Montevideo, donde jugó el Atlético el pasado domingo, ya te das cuenta de que el club rojiblanco es un equipo especial en el país sudamericano, que tantos jugadores ha dado al equipo del Manzanares.

Allí luce, nada más cruzar la puerta, a mano derecha, la rojiblanca con el 7 que tantas veces lució Diego Forlán en el Atlético, autografiada. Más adelante encontraremos otras, pero nada más entrar está la del Cacha, la del Pichichi, la de la Bota de Oro.

Al fondo se ve la imagen del propio Forlán y de Luis Suárez, de celeste ambos. Dos de las estrellas sin parangón del actual fútbol de Uruguay. Acabamos de entrar a devorar una pequeña parte de la historia del fútbol del país y allí se aloja la elástica rojiblanca, en un lugar privilegiado.

Muchos charrúas han jugado en la ribera del Manzanares y mucho cariño y admiración han despertado en el país sudamericano, pero uno, Diego, se lleva la palma. Ahora Godín o Cebolla también levantan pasiones, pero tendrán que lograr muchos éxitos para alcanzar lo que significa Forlán, récord de apariciones con la Celeste, para los uruguayos.

Seguimos caminando y aparecen réplicas de la Copa América, de la Copa del Mundo o imágenes de distintos momentos de la construcción del mítico estadio en el que todo Uruguay vibra cuando juega la Celeste. También encontramos una camiseta de Maradona, cuando era juvenil y llegó a Montevideo para intentar amargar la vida al equipo charrúa. O de Pelé, cuando estaba en lo más alto de su carrera futbolística. También la horma de su zapato, con varias de las elásticas que lucieron los integrantes de aquel mítico equipo de Uruguay que logró hacer llorar a un país entero en 1950, conquistando Maracaná en la final del Mundial, hecho que pasó al imaginario colectivo del fútbol.

El primer Mundial, presente

Incluso, alguna camiseta hay también de aquel mítico primer Mundial de 1930 que se disputó a escasos metros de donde ahora se encuentran y que se llevó a sus vitrinas la selección uruguaya en una eléctrica final ante Argentina. Auténticas reliquias del fútbol charrúa.

Continuamos avanzando, aún con la incredulidad de que la camiseta del Atlético, junto con la del Villarreal que también lució Forlán en España (todo sea dicho), sean las dos únicas elásticas que no correspondan a selecciones, Nacional o Peñarol en todo el museo. Buscamos otras. Las de algunos colosos del fútbol europeo o incluso latioamericano: Barcelona, Milan, Real Madrid, Ajax, Bayern, Manchester United, Liverpool... Nada. Santos, Boca, River, Cortinthians, Gremio... Nada de nada.

El Atlético, en definitiva, se ha convertido, en parte gracias a muchos uruguayos que fueron ídolos con la camiseta rojiblanca, en un equipo de museo.

La segunda del camisetas de Atlético Madrid tiene que ser siempre azul y blanca, según los colores originales tomados del Athletic y éste del Blackburn Rovers. Por cierto, un dato curioso el Atleti jugó antes con la rojiblanca que el Athletic